Cevico Navero: bosques, cuevas y encinas centenarias (Palencia)

Cevico Navero desde lo alto de la cuesta de las Bodegas. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Cevico Navero desde lo alto de la cuesta de las Bodegas. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Paseo señalizado a través de uno de los montes más extensos del Cerrato castellano, relicto de las grandes manchas forestales que existieron hasta finales del siglo XIX. Se visitan también la localidad palentina de Cevico Navero y los restos de las viviendas rupestres excavadas en el yeso, que estuvieron habitadas en la Cuesta de la Horca hasta los años 60 del siglo XX.

 

Monte Girón, un paseo de pájaros y encinas en torno a Cevico Navero

 

© Texto y fotografías:Javier Prieto Gallego

 

El monte Girón es una extensa mancha de bosque mediterráneo, testimonio de los bosques que antaño cubrieron un paisaje que hoy vemos ralo y tan plano como un plato sopero puesto boca abajo. Son los páramos del Cerrato castellano, llanuras pedregosas a las que arrancaron sus árboles de cuajo en el tránsito de los siglos XVIII y XIX para hincarles, con ganas, el arado.

Es con las primeras desamortizaciones, a finales del siglo XVIII, cuando, con la idea de repartir mejor una riqueza que rendía, sobre todo, en unas pocas manos, comienzan a dividirse los montes, parcelándolos en trozos que posteriormente salían a subasta con el fin principal de roturarlos para el cultivo. Con este sistema, lo que antaño fueron compactas manchas de encinas y quejigos comenzaron a mermar notablemente.

Al llegar las desamortizaciones del siglo XIX cientos de hectáreas de bosque mediterráneo, hasta entonces la vegetación predominante en la superficie plana de esos páramos, pasó a manos particulares para ser roturadas y los extensos bosques del Cerrato pasaron a figurar sobre el paisaje como manchas forestales aisladas, roídas en sus bordes por unos campos de cereal siempre amenazando con abarcar más y más terreno

Ruta "Los Alfoces-Monte Girón". Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Ruta «Los Alfoces-Monte Girón». Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

Por unas u otras razones, algunos de aquellos bosques lograron salvar un mayor número de hectáreas al ansia roturador y llegar hasta nosotros destacando sobre el resto del entorno, tanto por su densidad vegetal como por su extensión. Hay ejemplos de montes notables en torno a Dueñas o Torquemada, por ejemplo. El monte Girón, a un par de zancadas de Cevico Navero, es otro de ellos. Por contraste con los campos de cereal que los rodean, estos bosques son también refugio para una variopinta comunidad faunística que en su interior logra pasar mucho más inadvertida que a campo pelado.

Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

Todos estos alicientes, más saber que el paseo está recomendado como un itinerario de especial interés ornitológico, anima a quien se interesa por conocer uno de estos trozos supervivientes de las masas forestales de antaño. Este, en concreto, el monte Girón, formó parte de una masa mucho más amplia que tiene su continuidad con los montes del valle de Los Alfoces, Montemayor, Monte de Antigüedad, El Verdugal y Valverde. El valor medioambiental que atesoran todos estos auténticos pulmones y la importancia de su conservación hace que estén incluidos dentro de la Red Natura 2000, como Lugares de Interés Comunitario «Valles del Cerrato».

El paseo, sencillo, agradable y cargado de los aliciente mencionados, arranca en la salida de Cevico Navero en dirección a Baltanás. Por la derecha, al acabar las casas, se abre el camino del valle del Prado del Henar, que va a correr paralelo al arroyo Maderón los primeros kilómetros. Es una buena oportunidad para observar que una de las características orográficas de esta comarca es, precisamente, el dibujo de estrechos  valles, delimitados por empinadas pendientes, realizados por arroyos aparentemente humildes, como este. Son «los barcos», las «naves» del paisaje castellano, depresiones longitudinales del terreno que, como en este caso, parecen incluso haber otorgado apellido al pueblo.

Viviendas rupestres en la Cuesta de la Horca. Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Galleg
Viviendas rupestres en la Cuesta de la Horca. Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

Transcurrido el primer kilómetro se localiza un desvío a la izquierda -que atraviesa el arroyo- y otro por la derecha, que tampoco se coge. Mientras el valle se estrecha, las ruinas del monasterio de San Pelayo, en alto sobre la ladera izquierda del valle, se hacen más evidentes: resulta imposible no ver las grúas con las que se están acondicionando estas ruinas para acoger en ellas la sede de la Fundación Siro. Fue uno de los monasterios más antiguos de todo el Cerrato y su existencia ya está documentada en el siglo X. Aunque parece que fue fundado por benedictinos, más adelante se constituyó como una filial premostratense del monasterio burgalés de La Vid. La desamortización, de nuevo, puso punto final a su historia y dio sus piedras a la rapiña. Por el siguiente puentecillo que se vea cruzar el arroyo es posible coger la trocha que acerca hasta ese lugar.

Pero el paseo prosigue sin abandonar el borde derecho de las tierras de labor durante 2 km más desde ese puentecillo, hasta alcanzar un panel explicativo dedicado al rabilargo como especie propicia a los avistamientos en esta zona. Es también el momento de dejar el fondo del valle y acometer la corta pero empinada cuesta que aúpa hasta lo alto del páramo. El paseo penetra entonces en el corazón de esta masa boscosa que hemos venido rodeando por abajo

Interior de una vivienda rupestre en la Cuesta de la Horca. Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Interior de una vivienda rupestre en la Cuesta de la Horca. Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

El carácter pedregoso del suelo resulta evidente. También el rumbo a seguir por el interior del monte, pespunteado de señales blanquiverdes cada pocos metros. A falta de un camino que se vea sobre el suelo se ha desbrozado la vegetación, formando un pasillo entre el matorral de encina. En unos 300 metros se sale a la linde de una tierra para caminar por ella y se continúa en esa dirección hasta salir, 1,2 km después, a una pista más ancha que se toma a manderecha. Trescientos metros más adelante surge de nuevo un desvío a la derecha que, tras pasar por el medio de unos campos, devuelve hacia el interior del bosque. Ignorando un desvío que surge a la derecha 2 km después, el paseo llega, 500 metros más adelante, de nuevo al borde del páramo. El camino de bajada al pueblo es evidente.

Pero si alguien se ha quedado con ganas puede proseguir, sin bajar aún, por el borde del páramo otros 600 metros más hasta alcanzar su justa proa, la esquina afilada en la que confluyen los valles del arroyo Maderón, por el que se inició el paseo, y el de Los Alfoces, por el que se finaliza. El fuerte desnivel con respecto al fondo del valle, donde queda encajado Cevico Navero, ofrecía unas condiciones defensivas que fueron aprovechadas para el asentamiento de un castro celtibérico de la Edad del Bronce, 2.000 años antes de Cristo, en el triángulo de tierra que se ve ahora roturada por un campo de labor. En el flanco que da continuidad al páramo, el peor de defender, aún se distingue, bajo la forma de un terraplén longitudinal, los restos de su muralla.

Viviendas rupestres en la Cuesta de la Horca. Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Viviendas rupestres en la Cuesta de la Horca. Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

El asentamiento medieval del pueblo en esta confluencia de valles se rastrea en las dos puertas que han sobrevivido de su muralla, la puerta del Arco Norte y la de las Eras. También se distingue en las hechuras románicas de su iglesia, que evidencia, sobre todo en su portada. En el interior del templo hay que destacar la laboriosidad de sus artesonados.

Una casa en al calle Real de Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Una casa en al calle Real de Cevico Navero. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

Y un par de apuntes más. Sobre las laderas de la Cuesta de la Horca, Cevico albergó un puñado de viviendas rupestres que estuvieron habitadas hasta los años 60 del siglo XX. La calle de los Torreros aúpa hasta el mesón del mismo nombre, que aprovecha, casi intacto, el interior de varias de estas viviendas. Abre los fines de semana. Si está cerrado, es posible asomarse al interior de una de ellas, en el rellano del mirador contiguo. El yeso es la materia prima de esa montaña y el material que se horadó para dar forma a paredes, techos y suelo conformando un reducido habitáculo, casi minúsculo, en el que los cristales de yeso afloran por todas partes como un gotelé salvaje, sin que falten sus pertinentes divisiones de cocina y alcobas, y en el que impacta imaginar el desenvolvimiento de la vida familiar.

Cevico Navero desde la encina conocida como La Mata Redonda, a la que se le calculan unos 800 años de edad. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Cevico Navero desde la encina conocida como La Mata Redonda, a la que se le calculan unos 800 años de edad. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

La otra recomendación es el paseo, también en cuesta, hasta la Mata Redonda, añosa encina que desde hace más de 800 años preside los trajines de Cevico Navero desde lo más alto de la Cuesta de las Bodegas


EN MARCHA. Cevico Navero se localiza en la CL-619 que une Aranda de Duero con Magaz de Pisuerga.

EL PASEO. El paseo propuesto «Arroyo Maderón-Monte Girón» forma parte de los itinerario ornitológicos propuestos desde la web www.birdwatchinginspain.com del proyecto Trino, donde puede descargarse un mapa y más información. Está muy bien señalizado con balizas blanquiverdes. Sus 10 kilómetros de fácil trote pueden hacerse en unas 3 horas y media.

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 Y así lo publicó EL NORTE DE CASTILLA
130329-Cevico-Navero-portada
Portada del reportaje «Cevico Navero, pulmón del Cerrato» publicado en EL NORTE DE CASTILLA por Javier Prieto Gallego
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Reportaje «Cevico Navero, pulmón del Cerrato» publicado en EL NORTE DE CASTILLA por Javier Prieto Gallego

 


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