El Monte Hijedo: un robledal de lujo (Burgos – Cantabria)

Marcas del sendero del Monte Hijedo PR- BU 30 en un rincón del bosque. Localidad de Santa Gadea de Alfoz. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Marcas del sendero del Monte Hijedo PR- BU 30. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
El Monte Hijedo es un espectacular bosque situado a muy pocos kilómetros del embalse del Ebro. Está considerado como uno de los tres robledales más importantes de la Península y es, sin lugar a dudas, una de las masas forestales más destacadas tanto de Castilla y León como de Cantabria.

 

En lo profundo del bosque

El Monte Hijedo es una de las masas forestales más importantes de Castilla y León

© Texto, fotografía y vídeo: JAVIER PRIETO GALLEGO

 En la Edad Media, cuando los monjes partían de La Rioja para evangelizar el asolado norte peninsular anotaban en sus libros que, para alcanzar las fuentes del Ebro, antes era menester adentrarse en una densa y peligrosa selva plagada de peligros y fieras inimaginables: hablaban del MonteHijedo. Es muy posible que en aquel tiempo los peligros de la selva fueran tan reales como que te merendara un oso, los lobos se hicieran con tu zurrón o el abuelo del bandido Fendetestas se quedara con los dineros de la expedición. Hoy el mayor peligro es acercarte demasiado al caserío conocido como la Cabaña de Hijedo. El mastín que la vigila anda suelto y lo tiene bien claro: los forasteros cuanto más lejos, mejor.

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No sabemos las hectáreas que tendría en aquel tiempo este bosque fabuloso, pero teniendo en cuenta que hoy se calcula en unas 2.000 hectáreas y que durante siglos ha ido mermando y mermando como consecuencia de una intensísima explotación, es de suponer que a los monjecillos riojanos atravesar Hijedo se les hiciera un mundo. 

Unos visitantes observan el bosque por un telescopio del Centro de Visitantes de Monte Hijedo. Localidad de Riopanero. Cantabria. España. © Javier Prieto Gallego
Unos visitantes observan el bosque por un telescopio del Centro de Visitantes de Monte Hijedo. Localidad de Riopanero. Cantabria. España. © Javier Prieto Gallego

 Históricamente, la explotación de este bosque ha estado ligada, sobre todo a la extracción de madera para los múltiples usos en los que este recurso intervenía. Entre ellos, el carboneo que se realizaba casi a escala industrial para alimentar las ferrerías de Bustasur, Horna y otras algo más alejadas del entorno, como las de las Reales Fábricas de Artillería de La Cavada y Liérganes. La causa de otro gran número de talas fue la extracción de madera de calidad con destino a los Reales Astilleros de Guarnizo. Sin olvidarse de la utilización de leña para uso de la población local, la fabricación de traviesas para el tendido del ferrocarril o de vigas para el entibado de las minas que suministraban a la fábrica del vidrio de Arroyo. Así, árbol a árbol y siglo a siglo el milagro es que, a pesar de que lo que ha llegado hasta el presente es una minúscula porción de aquella selva, esta mancha forestal es hoy, junto al robledal de Garralda, en Navarra, y al de Muniellos, en Asturias, una de tres manchas de roble albar más importante de España y, por supuesto, uno de los bosques más notables e interesantes desde el punto de vista ecológico de Castilla y León. Sin tantos peligros como veían en él los monjes medievales, adentrarse hoy por sus veredas es una invitación que no debe rechazarse. Y menos desde que una bien puesta red de señales guía con precisión un paseo inolvidable y lleno de agradables rincones.

Visitantes en una sala del Centro de Visitantes de Monte Hijedo. Localidad de Riopanero. Cantabria. España. © Javier Prieto Gallego
Visitantes en una sala del Centro de Visitantes de Monte Hijedo. Localidad de Riopanero. Cantabria. España. © Javier Prieto Gallego

Pero antes de adentrarse por los caminos señalizados del bosque resulta del todo recomendable una visita al Centro de Visitantes deMonte Hijedo, ubicado en la localidad cántabra de Riopanero. Una vieja casa torre de origen medieval, con tantos años encima como algunos de los más viejos árboles del bosque, sirve para acoger el recorrido expositivo que pone al tanto de la joya forestal que es Hijedo. Ahí es donde se aprende que el alto valor ecológico de este espacio estriba tanto en la extensión del bosque como en la singularidad de participar de un área bioclimática con rasgos de transición entre el clima atlántico y el mediterráneo. Aunque el rasgo que mejor lo define es que se trata de un excelente bosque de roble albar (Quercus petraea) que además de contener otras especies de roble, como rebollos o quejigos, alberga notables manchas de hayas en las umbrías, acebales inmensos y longevos ejemplares de tejo. Junto al sendero señalizado que recorre el espacio natural se localizan algunos de estos últimos, atenazando entre sus raíces rocas gigantescas tal cual como si en vez de sujetarse a ellas se las fueran a comer de un trago.

Casa torre en la que se ubica el Centro de Visitantes de Monte Hijedo. Localidad de Riopanero. Cantabria. España. © Javier Prieto Gallego
Casa torre en la que se ubica el Centro de Visitantes de Monte Hijedo. Localidad de Riopanero. Cantabria. España. © Javier Prieto Gallego

Los osos que amenazaban la evangelización del norte peninsular dieron sus últimos gruñidos por estos lares en el tramo final del siglo XIX y el comienzo del XX. Pero en el catálogo de mamíferos presentes en este bosque sigue figurando de manera destacada la presencia del lobo, así como la de algunas de sus presas, especialmente corzos y jabalíes, junto a pequeños mamíferos como martas, gato montés, garduñas, armiño, comadrejas, tejón o nutrias. Los amantes de la avifauna saben que la variedad de ambientes en el bosque –hayedos, arroyos, robledal, pinar, roquedos, matorral, pastos…- es propicio para la observación de un buen muestrario de aves: arrendajos, que pululan entre el robledal enterrando y desenterrando las bellotas que les sirven de alimento; el pito real, cuyo pico taladrador resuena con insistencia en lo profundo del bosque; inquietos herrerillos y carboneros de rama en rama en busca de semillas; o tarabilla común y currucas rabilargas pululando entre los matorrales. Desde el mirador señalizado al que se asoma el recorrido pedestre no será difícil identificar el vuelo del águila real, el milano, el ratonero común o el cernícalo. Ni en la noche el canto de búhos, lechuzas, cárabos y mochuelos que debían de poner los pelos de punta a los timoratos monjes.

Hayedo en la Ruta del Monte Hijedo. PR- BU 30. Localidad de Santa Gadea de Alfoz. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Hayedo en la Ruta del Monte Hijedo. PR- BU 30. Localidad de Santa Gadea de Alfoz. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

Una de las opciones de paseo, tras realizar la visita al centro, es dirigirse en coche hacia la zona burgalesa del monte Hijedo –o Higedo, como también se nomina-. Esta se encuentra dentro de los límites administrativos de Santa Gadea de Alfoz, a un paso del pantano del Ebro. Desde esta localidad, la aproximación al comienzo del paseo señalizado como PR-BU-30 se realiza en la salida de la carretera que se dirige hacia Higón. Como a un kilómetro de Santa Gadea arranca la pista asfaltada que indica hacia Los Riconchos. El trayecto que media hasta el siguiente desvío es una bella antesala cuyo paisaje aparece dominado por una zona de pastos despejados y caprichosas formaciones rocosas. Tras dejar atrás dos pasos canadienses, pontones de barrotes separados entre sí ideados para que el ganado no pueda pasar por ellos, nace, a la izquierda, la pista forestal señalizada que conduce hacia la Cabaña de Hijedo. A pocos metros de este cruce, en el punto donde debe dejarse el vehículo, un panel informativo muestra el desarrollo del paseo.

Señalización de la Ruta del Monte Hijedo. PR- BU 30. Localidad de Santa Gadea de Alfoz. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Señalización de la Ruta del Monte Hijedo. PR- BU 30. Localidad de Santa Gadea de Alfoz. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

La primera parte discurre, por esta misma pista, en un kilómetro y medio bordeado por pinares de repoblación y praderías, hasta la mencionada Cabaña de Hijedo. Se trata en realidad de un conjunto palaciego montañés levantado a principios del siglo XIX. El recinto, de cuyo centro emerge un enérgico tejo, está formado por un caserón, una pequeña ermita y dependencias de servicio.

Formaciones rocosas en la Ruta del Monte Hijedo. PR- BU 30. Localidad de Santa Gadea de Alfoz. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Formaciones rocosas en la Ruta del Monte Hijedo. PR- BU 30. Localidad de Santa Gadea de Alfoz. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

El camino, con evidencias de un viejo empedrado, continúa junto a una valla también de piedra hasta una inmediata bifurcación en la que un poste con tres flechas indica el destino de las tres opciones. Sin desviarse, el paseo sigue la indicación “Senda Hijedo 7,4 km”. Se inicia entonces un acusado descenso hacia el interior boscoso del monte, con zonas de umbría en las que el robledal dominante deja paso a importantes corros de hayas y acebo. El descenso finaliza unos 30 minutos después, muy poco antes de cruzar el arroyo Hijedo, junto a cuya orilla derecha discurrirá la siguiente etapa del paseo hasta desembocar en una pista forestal. Ésta se toma hacia la izquierda mientras se transita por una valiosa zona de turba y pastizales para desviarse, de nuevo hacia la izquierda, en la siguiente bifurcación. Poco después la pista termina convertida en sendero. Es hora entonces de recorrer de nuevo lo más frondoso, oscuro y húmedo de esta masa forestal, al tiempo que poco a poco y sin grandes esfuerzos, se recupera la altitud perdida desde el inicio del paseo. Este hermoso y nítido sendero boscoso, tras sorprender con el inesperado encuentro de varios tejos muchas veces centenarios, conduce hasta un hermoso mirador natural, también señalizado, de vistas irrenunciables. Muy poco después se alcanza el cruce con las tres señales que vimos al comienzo. Si se toma el camino de la derecha llegamos de nuevo a la Cabaña de Hijedo.

Ganado ante la Cabaña de Hijedo. Siglo XIX. Ruta del Monte Hijedo. PR- BU 30. Localidad de Santa Gadea de Alfoz. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Ganado ante la Cabaña de Hijedo. Siglo XIX. Ruta del Monte Hijedo. PR- BU 30. Localidad de Santa Gadea de Alfoz. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

EN MARCHA. El Monte Hijedo está incluido en la Red Natura 2000. El Centro de Visitantes se encuentra en localidad cántabra de Riopanero. El inicio del paseo propuesto se localiza en las proximidades de la localidad burgalesa de Santa Gadea de Alfoz.

EL PASEO. El paseo circular señalizado como PR-BU-30 recorre el interior del Monte Hijedo ofreciendo una completa experiencia de sus principales ecosistemas: de los extensos robledales a los frescos hayedos, la zona de turberas, de ribera o los tejos centenarios. Dificultad moderada y ligeros desniveles. El trayecto total desde el panel informativo es de 11,4 km que pueden realizarse en unas tres horas y media.

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INFORMACIÓN. Puede descargarse el folleto del itinerario en www.alberamedioambiente.com. Centro de Visitantes del Monte Hijedo: tel. 900 649 009. cvcantabria@cantabria.es.  Web: https://www.cantabria.es/web/cima/centros-de-visitantes/

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