Escapadas de primavera por Extremadura

Paraje natural de los Canchos de Ramiro. Cáceres. Extremadura. España. © Javier Prieto Gallego
Paraje natural de los Canchos de Ramiro. Cáceres. Extremadura. España. © Javier Prieto Gallego
La primavera es un momento estupendo para disfrutar de Extremadura. Sus dehesas en flor están resplandecientes. Sus sierras, sus arroyos, sus ríos, sus pueblos... todo parece recién estrenado, lleno de vida. Por eso, por si te apetece, aquí te hago siete sugerencias de rincones extremeños que merece la pena conocer. Espero que los disfrutes.

RINCONES DE EXTREMADURA
para disfrutar en primavera

© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO

La primavera es uno de los mejores momentos para «perderse» por Extremadura: sus extensas dehesas ofrecen el impagable espectáculo de los encinares en flor; los arroyos bajan aún con agua suficiente como para dibujar enérgicos saltos y las temperaturas suaves invitan cada vez con mayor insistencia a la manga corta. Si ya estás pensando en una próxima escapada extremeña, he aquí algunos rincones que deberías tener en cuenta.

01- Cancho Roano (Badajoz). Una señal en la carretera que comunica Zalamea y Quintana de la Serena indica la pista de tierra que conduce hasta el yacimiento de Cancho Roano, el conjunto tartésico mejor conservado de la península Ibérica y uno de los yacimientos más importantes de Extremadura. Su valor estriba tanto en su forma, su tamaño y su estado de conservación como en los objetos que ha proporcionado a los investigadores. De todo ello se deduce que la construcción original data, al menos, del sigo VI a. C. aunque el edificio fue posteriormente ampliado a lo largo de los siglos posteriores. Las excavaciones comenzadas en 1978 han terminado por sacar a la luz los restos de un palacio-santuario construido entre los VI y IV antes de Cristo. Se interpreta que lo que hoy puede verse protegido por unas estructuras metálicas pertenece a un santuario de adscripción tartésica, orientado al sol naciente y que acabó por integrarse en un complejo palaciego de cierta importancia. Por alguna razón desconocida fue finalmente destruido y los restos ocultados bajo la tierra con todo lo que contenía su interior. Así permanecieron hasta que un agricultor, en los años 50 del siglo XX, se propuso allanar el túmulo de tierra que se elevaba en su propiedad para preparar una huerta. INFORMACIÓN. Tel. 629 23 52 79.

Yacimiento tartésico de Castro Roano. Localidad de Zalamea de la Serena. Comarca de La Serena. Badajoz. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego;
Yacimiento tartésico de Castro Roano. Localidad de Zalamea de la Serena. Comarca de La Serena. Badajoz. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego;

02- Museo etnográfico de Olivenza (Badajoz). Pegada a la frontera con Portugal se localiza la hermosa localidad extremeña de Olivenza. Uno de sus rincones de visita imprescindible es el Museo Etnográfico González Santana. El interés de su visita va mucho más allá del número de piezas que atesora, cerca de 7.000, y la variedad de ámbitos que cubre. La puesta en escena ideada para exponer los objetos de la vida cotidiana de los siglos XIX y primera mitad del XX en el contexto en el que han sido utilizados, hace inolvidable la visita de sus 26 salas, llenas de pequeños detalles y con mucho encanto. También exhibe piezas arqueológicas. Se encuentra ubicado en la Panadería del Rey, edificio del siglo XVIII vecino de la torre del homenaje que el rey Juan de Portugal mandó levantar en 1488 para reforzar las defensa de la ciudadela construida por el rey Don Dinis. INFORMACIÓN. Tel. 924 49 02 22; web: museodeolivenza.com.

Reproducción de una sala médica. Museo Etnográfico Extremeño González Santana. Localidad de Olivenza. Comarca de Los Llanos de Olivenza. Badajoz. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego;
Reproducción de una sala médica. Museo Etnográfico Extremeño González Santana. Localidad de Olivenza. Comarca de Los Llanos de Olivenza. Badajoz. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego;

03- Pueblo museo de Granadilla (Cáceres). Es un pueblo fantasma pero tiene un estricto horario de visita. Esta histórica localidad, cuya refundación se atribuye al rey de León en 1170, que ejerció como cabeza de la Comunidad de Villa y Tierra al frente de 17 pueblos, vio cómo un decreto de 1957 obligaba a todos sus vecinos a abandonarlo. Se estaba construyendo el embalse de Gabriel y Galán y estaba previsto que las aguas sumergieran las piedras de su muralla. Al final el pueblo se salvó de la inundación pero quedó convertido en una isla que sus habitantes tuvieron que dejar en barca en 1964. En 1980 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico y hoy se ha convertido en un pueblo vacío pero que luce limpio y arreglado, con un cierto aire de escenario cinematográfico. Es obligada la subida hasta las almenas de la torre del castillo, construido por el duque de Alba en 1473, para disfrutar de una inolvidable panorámica. INFORMACIÓN. Tel. 927 48 61 45.

Castillo de Granadilla. Localidad de Granadilla. Tierras de Granadilla. Cáceres. Extremadura. España. © Javier Prieto Gallego
Castillo de Granadilla. Localidad de Granadilla. Tierras de Granadilla. Cáceres. Extremadura. España. © Javier Prieto Gallego

04- Canchos de Ramiro (Cáceres). Desde Cachorrilla, uno de los pueblos más pequeños de Cáceres, parte el camino que, en 4 kilómetros, lleva hasta el paraje denominado Los Canchos de Ramiro, un estrechamiento rocoso por el que pasa el río Alagón casi en la misma confluencia con el río Árrago. El enclave tiene también un gran valor ecológico dada la variada comunidad de especies orníticas que encuentran refugio entre los arriscados canchales (buitre leonado, halcón peregrino, cigüeña negra, buitre negro, alimoche, águila imperial…). Este tajo se ve arropado por una importante mancha forestal de bosque mediterráneo y espacios adehesados entre los que se descubren longevos ejemplares de encina, alcornoque y roble. El camino hasta este paraje, señalizado en su totalidad, se toma a la salida de la población, junto a la ermita y la fuente del Cristo. Desde ese punto la pista forestal se introduce en la dehesa, en la que, según la época, también puede encontrarse ganado suelto. Tras franquear dos pasos canadienses se alcanza, en una zona descubierta, un cruce con varios ramales. Hay que seguir de frente y cruzar un nuevo paso canadiense para recorrer el tramo que finaliza en una zona con mesas, a la vista ya del estrechamiento rocoso.

Un estrechamiento de las sierra de la Garrapata forma el paraje natural de los Canchos de Ramiro, en la comarca cacereña del Valle del Alagón. Río Alagón. Localidad de Cachorrilla. Cáceres. Extremadura. España. © Javier Prieto Gallego
Un estrechamiento de las sierra de la Garrapata forma el paraje natural de los Canchos de Ramiro, en la comarca cacereña del Valle del Alagón. Río Alagón. Localidad de Cachorrilla. Cáceres. Extremadura. España. © Javier Prieto Gallego

05- Ruta de los Dólmenes (Cáceres). El entorno de Valencia de Alcántara atesora una de las mayores concentraciones de dólmenes de la Península, y, junto con los que se localizan por las cercanas tierras del Alentejo, es también una de las mayores de Europa. Hasta 55 de estos monumentos funerarios levantados en el Neolítico y el Calcolítico se localizan en distintos parajes, algunos de ellos accesibles a través de rutas señalizadas, como la que conduce hasta el dolmen de Los Mellizos. Éste se puede alcanzar desde Valencia por la carretera hacia Portugal hasta tomar el desvío hacia Alcorneo. Nueve kilómetros después, en Aceña de la Borrega, hay que pasar junto a la iglesia y continuar durante 1,5 km por la pista de tierra hasta alcanzar la señal que indica los dólmenes Cajirón I y II. En ese punto, donde también hay un monolito con el número 5 grabado, sale un camino hacia la izquierda por el que se llega en 300 metros hasta un nuevo cruce donde otra vereda, que bordea una valla, acerca al dolmen. Retrocediendo hasta el cruce, la pista de tierra que se traía lleva, en 1 km más, hasta los dólmenes mencionados en la señalización.

Dolmen de Los Mellizos. Cerca de Valencia de Alcántara. Cáceres. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego;
Dolmen de Los Mellizos. Cerca de Valencia de Alcántara. Cáceres. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego;

06- Encina La Terrona (Cáceres). Esta encina pasa por ser el árbol más famoso de Extremadura. También una de las encinas más ancianas y mejor cuidadas de todo el planeta. En su ficha pone que sus 16,40 metros de altura la convierten en la más grande de su especie en España. Su tronco, un monumental pie, que a 1,3 metros de altura presenta un perímetro de 8 metros, tiene que soportar el enorme peso de unas ramas que son, en sí mismas, como árboles. Por eso, y para no partirse en mil pedazos por el esfuerzo, necesita que la ayuden en la tarea. Por eso, y porque dice en su carné que puede que supere ya los 800 años de edad, unas pértigas la ayudan a repartir el peso de tanta rama. Su perfil, más bien achaparrado, de copa baja, ancha e irregular, es el resultado de las mil y una podas con las que tantas generaciones como caben en esos 800 años la han venido cuidando y explotando a lo largo de los siglos para la obtención de fruto, madera y carbón. El camino de acceso hasta este ser vivo monumental, hasta donde se llega por una pista de tierra señalizada, parte de la zona de las piscinas de la localidad de Zarza de Montánchez.

Árbol Monumental: Encina Terrona. Edad estimada en 800 años. Localidad de Zarza de Montánchez. Comarca de Montánchez. Cáceres. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego;
Árbol Monumental: Encina Terrona. Edad estimada en 800 años. Localidad de Zarza de Montánchez. Comarca de Montánchez. Cáceres. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego;

07- Dehesa de Moheda Alta (Badajoz). Aunque la especie más emblemática de Moheda Alta es la grulla -llega a haber hasta 30.000 en invierno- y ya se ha vuelto a sus nidos de verano, su visita permite disfrutar de uno de los ecosistemas más extendidos e identificados con Extremadura. De hecho, este parque periurbano, en el que predomina la encina como especie principal, es uno de grandes espacios naturales de Extremadura. Se encuentra situada a cinco kilómetros de Navalvillar de Pela, junto a la carretera EX-116 en dirección a Guadalupe. Es un espacio natural protegido, de alto valor ecológico y varias instalaciones didácticas que hacen muy recomendable su visita. El parque ocupa unas 150 hectáreas de dehesa tradicional en la que se puede acceder a dos torres de observación ornitológica, la de El Majadal y la de El Convento. Hasta la primera se llega continuando durante 1,5 km por la pista de tierra que pasa junto al Centro de Interpretación. La encina de El Convenio es todo un símbolo en el parque. Con una edad estimada en más de 500 años, y a pesar de estar seca desde finales del los años 90 del siglo XX debido a una enfermedad, su valor estriba en que era punto habitual de reunión de concejos y lugar de pactos para el reparto de montanera y pastos. INFORMACIÓN. Centro de Interpretación, tel. 636 36 20 47.

Observatorio de aves. Dehesa extremeña. Parque periurbano de Moheda Alta. Localidad de Navalvillar de Pela. Comarca de Vegas Altas. Badajoz. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego
Observatorio de aves. Dehesa extremeña. Parque periurbano de Moheda Alta. Localidad de Navalvillar de Pela. Comarca de Vegas Altas. Badajoz. Extremadura. España © Javier Prieto Gallego

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