¿Sabes por qué celebramos el Día Mundial de los Humedales? Si te apetece, te propongo dos humedales -La Nava (Palencia) y Villafáfila (Zamora)- para que tú también los disfrutes.
El día 2 de febrero tiene lugar cada año el Día Mundial de los Humedales, una fecha que conmemora la firma del Convenio sobre los Humedales que tuvo lugar el 2 de febrero de 1971. Fue el primer tratado internacional en el que se abordó la conservación y gestión racional de los humedales. Es también una fecha que se utiliza para llamar la atención sobre la importancia que estos ecosistemas tienen en nuestro entorno y el valor medioambiental que atesoran.
Cuando hablamos de humedales, estamos hablando de zonas de tierra, generalmente planas o levemente onduladas, cuya superficie se inunda de manera permanente o de forma estacional. Estas inundaciones, permanentes o no, dan lugar a un ecosistema que viene a situarse entre el puramente acuático y el terrestre.
Con la palabra humedal venimos a referirnos a un amplio catálogo de entornos naturales: estamos hablando de ciénagas, esteros, marismas, pantanos, turberas, pastizales húmedos, lagos y lagunas, pero también de sitios artificiales como canales, estanques o embalses, por citar algunos, cada uno con sus propias singularidades. En cualquier caso, el carácter distintivo de todos ellos es que se trata de espacios con muy poca profundidad. Esta circunstancia concreta es la que hace que prospere un tipo de vegetación específica, adaptada a estas condiciones de humedad, y, gracias a ella que aparezca también un tipo de fauna muy concreta que encuentra en estos lugares un espacio en el que alimentarse y prosperar. Me refiero especialmente a grandes familias de aves, por ejemplo, y también una gran variedad de reptiles.
Aunque a lo largo de la historia, en multitud de ocasiones se ha visto a los humedales más como estorbos en el paisaje, como focos de enfermedades o terrenos baldíos que había desecar, lo cierto es que hoy se sabe que además de aglutinar una gran biodiversidad son importantísimos para regular los ciclos del agua y del clima, como generadores de recursos hidrícos o, mucho más recientemente, como focos de atracción turística. Y, específicamente, de un tipo de turismo muy concreto y del que cada vez se habla más: me refiero al turismo ornitológico. Es decir, el que practican los aficionados a la observación de aves, una afición que cada vez tiene más practicantes.
En Castilla y León contamos con algunos de los humedales más importantes de la Península Ibérica pero para celebrar este día -o simplemente para disfrutar de una estupenda jornada al aire libre entre agua y pájaros- te propongo, en concreto, estos dos, los únicos de la comunidad acogidos por el momento al Convenio Ramsar.
En este programa hablamos del Día de los Humedales y damos una vuelta por las Lagunas de Cantalejo (Segovia)
LAGUNA DE LA NAVA
Dada su extensión, la variedad y concentración de especies y el número de individuos, es el gran centro ornitológico de Castilla y León. Entre sus orillas pueden localizarse cerca de 250 especies de aves, lo que supone el 45% de todas las especies identificadas en la Península. Con una extensión de 307 hectáreas, la laguna de La Nava es también uno de los más emblemáticos por el esfuerzo colectivo que ha supuesto su recuperación como valioso espacio natural. Tras una larga historia de intentos de desecación que se rastrea hasta la época de los Reyes Católicos, en los años 90 del siglo XX comenzó a trabajarse para acercarlo al valioso humedal que hasta los años cuarenta de ese siglo era conocido como El Mar de Campos, con una superficie media de 2.500 hectáreas inundadas. Cuenta con puntos de observación y un centro de interpretación ubicado en la calle Mayor de Fuentes de Nava, recuperada también por impulso de la Fundación Global Nature.
Para celebrar este día han preparado una jornada de puertas abiertas en la que los monitores estarán a disposición de los visitantes para darles a conocer en profundidad las características de este valioso entorno natural. Una forma de aprovechar la jornada es acercarse hasta el observatorio de la ‘Colada de Carrepalencia’en el que un guía ornitológico, con material óptico y guías de campo, ayudará a la identificación de las especies presentes en el humedal. Sin duda una buena oportunidad, en especial para quienes sienten curiosidad para iniciarse en el arte de la observación de aves. También se ha programado un concurso de fotografía digital de aves acuáticas de La Laguna de La Nava que tendrá lugar a lo largo del día de febrero. (Casa del Parque, tel. 979 842 500. Web: www.patrimonionatural.or).
En torno a las localidades de Villafáfila, Revellinos, Villarrín de Campos y Otero de Sariegos, en la provincia de Zamora, se desparraman casi 600 hectáreas de zonas inundables en los años de mayor pluviosidad. El listado de especies observables alcanza las 250 y las bandadas que regresan hasta las lagunas al caer la tarde dejan con la boca abierta. La mejor manera de conocer la indudable importancia que tiene este hábitat es empezar cualquier visita por el centro de interpretación “El Palomar” situado en la carretera que une Villalpando y Villafáfila. El centro ocupa 23 hectáreas y se encuentra rodeado por lagunas, alguna de ellas artificial, que cuentan con observatorios desde los que atisbar las idas y venidas de muchas de las especies de aves. El interior del centro está acondicionado con paneles y fotografías que explican tanto la historia de las transformaciones que ha sufrido el entorno de las lagunas como las condiciones climáticas y orográficas que las han convertido en uno de los más relevantes ecosistemas del interior peninsular. Existe otro mirador en Otero de Sariegos desde el que seguir las evoluciones de los miles de ánsares comunes que durante el invierno entran y salen de la Laguna Grande. La aplicación gratuita «Aves de Villafáfila» es una guía para teléfono móvil que ayuda a identificar las especies presentes en las lagunas.
Para celebrar este día en concreto, el 2 de febrero se realizará una jornada de anillamiento científico de la mano de un experto ornitólogo. Para el día 4 de febrero está prevista la realización de un taller de iniciación a la ornitología y una posterior ruta guiada para poner en práctica lo aprendido. Aprender a identificar las aves acuáticas más comunes de la Reserva de Villafáfila es la parte fuerte de la jornada, pero sin olvidar la gran diversidad de rapaces existentes en la zona y de las avutardas. El grupo máximo para esta actividad será de 12 personas y el precio será de 5 euros por persona. La actividad comenzará a las 11.30 horas. (Tel. 980 58 60 46. Horario: jueves-domingo, y festivo 10.30-14.00 y 16.00-19.00 horas. Web: www.patrimonionatural.or).
En torno a la localidad Segoviana de Cantalejo se localiza un curioso e importante espacio natural: Las Lagunas de Cantalejo, una serie de humedales que tienen la particularidad de verse rodeados de extensos campos de dunas fósiles, el más importante de la Península.
