Un paseo hasta la braña de La Degollada, en el Alto Sil (León)

Braña de La Degollada. Palacios del Sil. León. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;
Las brañas eran los poblados de temporada en los que los ganaderos leoneses pasaban el verano junto a sus ganados. Un camino señalizado lleva entre castaños desde Palacios del Sil hasta la braña de La Degollada. Prácticamente abandonada, evoca en el nombre una lúgubre leyenda. Recuerda que reservar tus alojamientos a través de SIEMPRE DE PASO me ayuda a generar contenidos gratuitos de calidad para este blog.

TIEMPO DE BRAÑAS

La Degollada, poblado de vaqueiros en las montañas del Alto Sil

© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO

Los usos ancestrales de la montaña marcaban que con la desaparición de las nieves y el alargamiento de los días llegaba también el tiempo de subir a las brañas. Era el calendario de la subsistencia, un almanaque sin más días en rojo que el de las fiestas patronales.

La hinchazón de los arroyos, empachados con agua de escorrentías, y la gordura de las hierbas eran los síntomas que, como ahora sucede con las alergias, delataban el aterrizaje de la primavera, anunciaban la hora de excarcelar al ganado de los establos y el momento de regresar a los pastos altos de las montañas, a los campamentos de verano desde los que vigilar de cerca el sonido de los cencerros. Era la hora de los conocidos como vaqueiros de alzada, trashumantes de las alturas condenados a un pacto que les obligaba a vivir junto al ganado para poder seguir viviendo de sus reses. Comenzaba entonces un largo periodo en el que las familias se dividían con el fin de atender las diferentes fuentes de ingresos en las que se apoyaban sus economías. Una parte permanecía en el núcleo principal de población mientras que la otra subía hasta las brañas que casi todos los pueblos tenían distribuidas por diferentes zonas de la montaña. Éstas consistían, normalmente, en una agrupación de cabañas asentadas en las zonas de pasto, peor o mejor dispuestas según la economía familiar pero apenas con lo justo para pasar esos meses de bonanza en los que el clima permitía pastorear sin peligro de congelación: un camastro, una chimenea y espacio para recoger el ganado en caso de necesidad. La vida en la braña implicaba también el mantenimiento de los pastos, que se segaban para almacenar la hierba y prolongar la dieta natural del ganado durante el invierno. Si las brañas no estaban demasiado lejos, tampoco era infrecuente bajar cada día al pueblo la leche de los ordeños. Las noches eran el tiempo del filandón, la reunión de los vecinos en torno a un hogar para hablar y contar sucedidos transmitidos durante generaciones a la luz de las hogueras.

Braña de La Degollada. Palacios del Sil. León. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;
Braña de La Degollada. Palacios del Sil. León. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;

Hoy las cosas nada tienen que ver con esta estampa. Los vehículos permiten a los ganaderos subir y bajar cada día hasta los pastos mientras las brañas, en su mayor parte abandonadas, van derritiéndose entre zarzales y ortigas. Por eso acercarse hoy hasta uno de esos poblados de temporada es, de nuevo, un viaje hacia el pasado, una forma de compartir algo de vida con quien pasó parte de la suya en ellos.

Cualquier pueblo del norte leonés montañés tiene brañas en peor o mejor estado, pero desde Palacios del Sil, ayuntamiento que conjunta el Alto Bierzo y Laciana, arranca el paseo señalizado que conduce hasta la braña de La Degollada, donde a la evocación pastoril ha de sumarse el cuento de filandón que ha quedado unido al topónimo.

LA DEGOLLADA

Dice la leyenda que vivía en el poblado una joven doncella “con cara de rosa y piel de nieve” a la que obligaron a casarse con un cacique viejo y libertino. Las apreturas de la montaña dieron en que trabara amistad con un joven de la braña hasta que un día se los encontrara el marido metidos en relaciones. Y sin más miramientos cortó al mismo tiempo, por lo sano, la relación y la cabeza de su joven esposa.

Hoy esta braña abierta en un rellano de la montaña, acogotada por canchales que parecen a punto de rodar en avalancha, es poco más que un rincón idílico a un mundo de distancia de los ajetreos carboneros que tiñen de negro la vida y las carreteras del fondo del valle. De las veintitantas cabañas que llegó a tener, ha visto renacer cinco o seis como privilegiados refugios de quien ama la comunión con la montaña. Del resto, apenas se sostiene algún hastial mientras la maleza envuelve y devora al mismo tiempo el escenario de una forma de vida ya extinguida.

Braña de La Degollada. Palacios del Sil. León. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;
Braña de La Degollada. Palacios del Sil. León. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;

EN MARCHA. Hasta Palacios del Sil, en el inicio del paseo, puede llegarse por la C-631, que recorre el valle del Sil entre Toreno y Villablino.
EL PASEO. Es preciso buscar en Palacios del Sil la carretera que, por uno de los costados del Ayuntamiento, se dirige hacia Salientes. Tras pasar junto a la ermita de San Roque y un bello puente medieval un nuevo desvío lleva, por debajo de la vía, hacia el cementerio. De su tapia trasera parte la rampa que, entre grandes castaños, conecta, en pocos metros, con la pista forestal que tomada hacia la izquierda lleva, sin pérdida, hasta la braña en unos 3 km y cerca de hora y media de suave aunque prolongada subida.


Powered by Wikiloc

INFORMACIÓN. El Centro de Desarrollo Cuatro Valles ha señalizado la ruta, tiene editados planos y puedes descargarte los tracks GPS: tel. 987 58 16 66.


reserva-online.jpgDÓNDE DORMIR

¿Te apetece una escapada? Busca aquí tu alojamiento. Reservando aquí tu hotel o casa rural me ayudas a mantener este blog ¡Gracias!
(esto no tiene ninguna repercusión para ti en el precio).


Booking.com


More from Javier Prieto Gallego
Senderismo en torno a Rebolledo de la Torre: románico y olas de piedra (Burgos)
Espectacular paseo por uno de los rincones más bellos y sorprendentes del...
Read More
Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *