La Cueva de Valporquero es la cavidad con mayor recorrido turístico en España. En este programa nos acercamos hasta ella y contamos qué tipos de visitas podemos realizar.
PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa «Aquí en la Onda» de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: SIEMPREDEPASO.ES: https://www.siempredepaso.es/cueva-de-valporquero-leon/
Podemos hacer dos tipos de visita a la cueva. Por una parte la visita turística habitual y por otra, una mucho más aventurera pensada para los amantes de las emociones un poco más fuertes.
Para la primera no hace falta ningún tipo de equipo especial dado que la cueva se recorre por unas pasarelas perfectamente acondicionadas para la visita. En todo caso, la recomendación que podemos hacer es que se vaya con buen calzado, a ser posible impermeable, y con buena suela, porque lo que sí que vamos a encontrar dentro es mucha humedad y puede haber alguna zona algo encharcada o que pudiera estar resbaladiza. La otra recomendación acerca de la indumentaria es entrar con algo de ropa de abrigo o incluso un chubasquero porque la temperatura en el interior de la cueva es de 7º grados durante todo el año y, además, nos vamos a encontrar que en algunas zonas el agua cae del techo, gota a gota, pero casi casi como si estuviera lloviendo.
Hay que tener en cuenta que el agua va a ser el protagonista de toda esta visita. La Cueva de Valporquero es una cueva viva, originada por el discurrir del arroyo de Valporquero y a lo largo del recorrido vamos a ir viendo cómo en algunos puntos el torrente que va formándose bajo la tierra cobra una enorme fuerza, especialmente en épocas en las que haya llovido mucho o los arroyos bajen todavía con fuerza, como es el caso.
Uno de los grandes atractivos de esta visita está, precisamente, en el espectáculo que supone ver cómo el río se despeña en cascada hacia un nivel inferior, por ejemplo en la llamada Sala de las Hadas. Lo que tiene de especial hacerlo cuando corre el agua en abundancia es que a ese espectáculo natural se suma el estruendo del agua que aparece precipitándose por todas partes y que hace que casi casi no puedan ni oírse las explicaciones de los guías.
Lo primero que vamos a aprender en esas explicaciones es que esta cueva tiene su origen en el trabajo erosivo que el arroyo de Valporquero comenzó a hacer aquí hará unos dos millones de años, cuando empezó a buscar la salida del valle «ciego» en el que brota. Una de las peculiaridades de Valporquero es que la cueva se encuentra situada en el fondo de una especie de embudo natural sin salida hacia ningún lado, de tal forma que el arroyo solo tenían dos posibilidades: acabar formando un pequeño lago o, como en este caso, ir horadando la tierra de tal manera que ha acabado haciendo el conjunto de túneles que recorren la cueva en la actualidad, y por los que discurre hasta conseguir desaguar en la hoces de Vegarcervera después de más de tres kilómetros bajo tierra.
Y ha sido el empeño del arroyo por salir de esa encerrona natural el que le ha llevado a traspasar la montaña de tal manera que al final consiguió trazar un primer recorrido de algo más de un kilómetro antes de salir al exterior por el otro lado. Es, precisamente, el mismo recorrido que realizan las visitas turísticas de la cueva dos millones de años después.
Mientras tanto, aunque el agua dejó de correr por este primer nivel, lo que sí que continúan son las filtraciones que desde la parte superior de la cueva comenzaron a formar espectaculares cielos de estalactitas en su gotear continuo. Al ritmo máximo de un centímetro cúbico cada 100 años el interior de este laberinto se ha ido adornando con un repertorio inabarcable de formaciones naturales, de auténticos «bosques» de columnas y de cielos plagados de estalactitas que apuntan, puntiagudas, el paso de los visitantes.
Pero el poder erosivo del agua no se detiene nunca. La evolución «lógica» de aquella primera acción es que el curso del torrente acabó encontrando caminos más fáciles por los que discurrir. Y así, hace unos 700.000 años, abandonó este primer cauce del que hablamos para continuar en un nivel inferior de la cueva. Son los 3.300 metros por los que corren actualmente las aguas del río antes de ir a desaguar a las hoces de Vegacervera. Y son esos mismos tres kilómetros, por los que corre el río en la actualidad, los que también es posible recorrer de la mano de las empresas autorizadas que organizan ese tipo de visitas más aventureras.
INFORMACIÓN. Cueva de Valporquero: Tel. 987 57 64 08. Web: www.cuevadevalporquero.es.
REALIZAN EL RECORRIDO ESPELEOLÓGICO AUTORIZADO. Guheko: tel. 987 08 20 83; www.guheko.com. Naturocio: Tel. 629 33 17 38; www.naturocio.net.
